CUENTO DE PEDRO Y EL LOBO
El mundo se ha vuelto loco, nadie lo puede dudar
y si alguno lo duda ya se desengañará
se aplauden las injusticias, se castiga la razón
se desprecia al hombre honrrado y se protege al
parecer, al criminal y al ladrón.
¿Quién no se vuelve loco viendo tantas injusticia y sin razón?
Ya que la juventud, la mayoría de ellos
no respetan a los Padres, a los Mayores, al Maestro ni al Profesor
no pudiéndoles llamar la atención
porque tienen falta de respeto y de educación.
Es portodo ello, por lo que habria que darles a niño y jóvenes
buenos ejemplos, convivencia y mejor educación
tanto en en la escuela, como en casa de su Progenitor,
por eso hay que darles más autoridad y proteción, tanto
a los padres como al profesor, para ver si de esta forma estamos
a tiempo de corregir esta sin razón, haciendo una buena regeneración.
Porque lo primero y principal es, enseñarles a escuchar
que es lo fundamental, para que aprendan a dialogar y respetar,
no mientan y digan siempre la verdad,
porque les puede pasar
como en el cuento de Pedro y el Lobo.
Pedro era un joven pastor, que se aburría guardando sus ovejas
porque él se creía, que era la misma rutina de todos los días,
como les pasa a muchos jóvenes de hoy en día,
que en vez de entretenerse leyendo libros para aprender
estaba siempre pensando en hacer gamberradas.
Y para no aburrirse con su rutina, quiso hacerles una gamberada,
a sus vecinos los labriegos mayores, para reirse de ellos
diciendo auxilio auxilió auxilio ...
¡que viene que viene que viene el Lobo y se comen a mis ovejas¡
vineron todos los labriegos para ayudarle un día y otro día
pero vieron que todo era mentira,
hasta que el Lobo, un día se presento,
y por mucho auxilio que Pedro pidió
a Pedro ningún la briego creyó
y el Lobo, a todas sus ovejas mato.
A sí, que se aprendan los jóvenes este cuento
lean mas para saber y a sí poder adquirir mejor educación
respetando a los mayores y escuchando sus consejos,
dejando de hacer gamberradas,
para que no les pase, como a Pedro el del cuento
que por mentir, se quedo sin ovejas y sin nada.
Por eso hay que aconsejarles a los jóvenes, para que hagan alguna carrera
o que aprendan algún oficio, poniendo todo el empeño y la voluntad
posible en lo que elijan, porque si les gusta
y lo hacen con ilusion, amor y alegria
no se aburriran ningun día.
Dedicado a mis nietas.
Montánchez a 16 de Enero de 2.010
Benito Solis Alvarado
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