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Benito Solís Alvarado

CUENTO DE PEDRO Y EL LOBO

El mundo se ha vuelto loco, nadie lo puede dudar

y si alguno lo duda ya se desengañará

se aplauden las injusticias, se castiga la razón

se desprecia al hombre honrrado y se protege al

 parecer, al criminal y al ladrón.

¿Quién no se vuelve loco viendo tantas injusticia y sin razón?

 Ya que la juventud, la mayoría de ellos

no respetan a los Padres, a los Mayores, al Maestro ni al Profesor

no pudiéndoles llamar la atención

 porque tienen falta de respeto y de educación.

 Es portodo ello, por lo que habria que darles a niño y jóvenes

buenos ejemplos, convivencia y mejor educación

tanto en en la escuela, como en casa de su Progenitor,

por eso hay que darles más autoridad y proteción, tanto

a los padres como al profesor, para ver si de esta forma estamos

 a tiempo de corregir esta sin razón, haciendo una buena regeneración.

Porque lo primero y principal es, enseñarles a escuchar

que es lo fundamental, para que aprendan a dialogar y respetar,

 no mientan y digan siempre la verdad,

 porque les puede pasar

 como en el cuento de Pedro y el Lobo.

Pedro era un joven pastor, que se aburría guardando sus ovejas

porque él se creía, que era la misma rutina de todos los días, 

 como les pasa a muchos jóvenes de hoy en día,

que en vez de entretenerse leyendo libros para aprender

estaba siempre pensando en hacer gamberradas.

Y para no aburrirse con su rutina, quiso hacerles una gamberada,

 a sus vecinos los labriegos mayores, para reirse de ellos

diciendo auxilio  auxilió  auxilio ...

¡que viene  que viene que viene el Lobo y se comen a mis ovejas¡

vineron todos los labriegos para ayudarle un día y otro día

pero vieron que todo era mentira,

hasta que el Lobo, un día se presento,

y por mucho auxilio que Pedro pidió

a Pedro ningún la briego creyó

y el Lobo, a todas sus ovejas mato.

A sí, que se aprendan los jóvenes este cuento

lean mas para saber y a sí poder adquirir mejor educación 

 respetando a los mayores y escuchando sus consejos,

dejando de hacer gamberradas,

 para que no les pase, como a Pedro el del cuento

 que por mentir, se quedo sin ovejas y sin nada.

Por eso hay que aconsejarles a los jóvenes, para que hagan alguna carrera 

o que aprendan algún oficio, poniendo todo el empeño y la voluntad 

posible en lo que elijan, porque si les gusta

y lo hacen con ilusion, amor y alegria

no se aburriran ningun día.

 Dedicado a mis nietas.

Montánchez   a  16   de   Enero   de   2.010

Benito Solis Alvarado 

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